martes, 8 de noviembre de 2016

SOY TIGRESA BLANCA... ME SIENTO EXCITADA EN CADA MOMENTO... Y ME ENCANTA

La sexualidad de la Tigresa blanca es muy distinta de la sexualidad patriarcar, genital, frustrante que la Sociedad impone a la mujer, basada, exclusivamente en dar placer al hombre, sin respetar la propia sensualidad femenina, ni sus tiempos y deseo, y relegándola a una mera pieza más de un puzzle incompleto.

La sexualidad de la Tigresa es personal, desde su esencia a toda su piel, orgásmica en cada momento, creativa, sanadora, divertida, llena de luz y sonido. La sexualidad femenina es natural, hermanada con la mar, la Luna, las mareas, Gaia... Y esta energía orgásmica de la Tigresa vibra con la resonancia que se produce en el camino, en el puente entre lo terrestre y lo celeste.

Por eso, la Tigresa mantiene constantemente un nivel alto de excitación sexual, controlado, pero siempre orgásmico, porque desde esta energía sexual, que nace en el Palacio de Jade, la Tigresa puede armonizar sus planos, equilibrar sus chakras y órganos, avanzar en su sendero de vida, sentir, disfrutar, gozar, compartir, sanar... Ser feliz.

La Tigresa está siempre alerta sexualmente. Cuanquiel estimulo, detalle, olor, sabor, movimiento, luz, le puede hacer fluir el orgasmo por cada célula de su cuerpo y cada centímetro de su piel, produciendo un estado de extasis maravilloso y placentero.

¿Debe controlarlo? Por supuesto la respuesta es no. Al contrario, debe potenciarlo y sentir que con su fuerza orgásmica, todo su Ser se mueve, vive y se relaciona.

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