viernes, 8 de julio de 2016

SEXO EN VERANO

Muchas tigresas consideran que la época estival es más propia para tener más sesiones de sexo. Más tiempo libre, más calor, ropa suelta y más sensual,..
Otras, sin embargo, consideran que es un tiempo para no desear tanto, el calor, el tiempo libre para hacer otras cosas, las vacaciones, más reuniones con otras personas...

La verdad es que, pese a modas, cultura, costumbres, la Tigresa blanca y el dragón verde, no condicionan su deseo al tiempo, al momento del año, ni siquiera de la semana o del día. En todo momento, la tigresa siente la excitación sexual profunda, transformadora, creativa, liberadora. Esa energía que le mueve el resto de los planos, órganos, emociones. Ese orgasmo perenne que fluye con sólo imaginar, desear, dejarse fluir.


Nos enseñan que tenemos que acotar nuestro deseo sexual a ciertos parámetros y condicionamientos sociales, pero es un error, una falacia; una manera de castrar el deseo y el placer de la Tigresa (y también, por extensión, del Dragón verde) Todo momento es bueno para gozar, para dejarse llevar por el deseo, por el multiorgasmo, ya sea compartido en Cultivo dual, ya sea propio en Autocultivo


El verano, las vacaciones, nos proporcionan más momentos de libertad, de tranquilidad, de poder dejarnos llevar por nuestras emociones y no poner freno a los deseos. Otra cosa es que nos dejemos arrastrar por otras modas sexuales como los romances de playa, que en realidad sólo son encuentros de sexo básico (genital) sin más intención. O por juegos que, fuera de nuestro entorno parecen divertidos pero, después, al volver a la cotidianidad, nos resultan escabrosamente delicados.


Pero la Tigresa blanca y el dragón verde viven otra sexualidad, sagrada, celeste, astral, como un sendero de sanación y crecimiento, de evolución; por ello, se dejan fluir y gozar, cada momento, cada instante, viviendo sólo el presente.

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