Puede parecer una pregunta sin lógica, ya que todos
deberíamos entender que el placer y el deseo es algo libre, natural y que se
puede producir en cualquier instante. Pero la realidad nos dice algo muy
diferente, y la sociedad patriarcal en la que vivimos intenta indicar a la
mujer cuando es moralmente correcto tener placer, deseo y, por ello,
disfrutarlo.
En realidad, todo cuanto hacemos, sentimos, expresamos
lo hacemos a través del placer, aunque no seamos conscientes de ello. Nuestra
principal energía es la sexual, ésta es
la que mueve al resto de fuerzas de nuestro cuerpo y espíritu. Y la mujer,
lejos de lo que el Patriarcado enseña, es un ser absolutamente sexual y su
sexualidad se manifiesta en cada momento, no sólo para su propio placer, sino
como alimento y energía para la Creación.
Muchas mujeres están excitadas sexualmente durante
muchos momentos del día, y por desgracia, lo desaprovechan, incluso lo toman
como algo negativo; no ya sucio (como se pensaba antes), sino inadecuado,
porque todo es más importante que ella misma.
La cuestión nace en su idea de que la sexualidad,
aunque maravillosamente positiva, se debe circunscribir a momentos concretos, con
personas concretas, e incluso a tiempos/situaciones/lugares concretos. Sin
embargo, el Tao sexual de las Tigresas nos enseña que todo momento es adecuado
para sentir el deseo-placer-orgasmo; en todo momento debe, de hecho, darse este
estado de sensación sexual, porque así se movilizan el resto de energías, y se
armonizan los órganos y las emociones. Es más, la mujer/tigresa se alimenta
principalmente de sus propios orgasmos y de su estado sexual creativo y
luminoso.
Otra cuestión es cuando por circunstancias sociales y
edad la mujer deja de sentir deseo-placer-orgasmo considerándolo, incluso,
inadecuado para su situación temporal. Es un gravísimo error, potenciado por el
Patriarcado y basado en que la mujer que ya no es fértil deja de ser
sexualmente activa.
La mujer que es post-lunar o la mujer que por
circunstancias sociales: trabajo, hijos, cuidados de otras personas, etc., piensa que debe dejar su sexualidad a un lado se equivoca, porque, precisamente, esa energía
sexual es la única que le podrá ayudar a superar la situación.