LA SENSUALIDAD FELINA
La Tigresa es sensual; parece una obviedad, pero no es
así. La Tigresa no está sensual, Es Sensual. Esto no significa que no
utilice su sensualidad en precisos momentos, pero la realidad es que no
necesita estímulos externos para ser, estar y mostrar su sensualidad.
Todo cuanto se mueve a su alrededor se torna sensual
con la empatía que su Qi, realiza con el Qi del entorno, de sus parejas, o de
las personas cercanas. Esa sensualidad es su energía principal. Ya hemos
hablado de que la energía
sexual-orgásmica-primaria es la principal fuente de energía de su Ser, de
todos sus planos existenciales, pero en este caso queremos hacer hincapié no en
una energía concreta, sino en una actitud vital, una filosofía de vida, una
forma de ser, estar y compartir: la sensualidad felina.
Muchas mujeres se acercan al sendero de la Tigresa
blanca buscando su sensualidad, porque sienten haberla dejado atrás, tenerla
escondida, o bloqueada. Esto sucede porque se toma a la sensualidad femenina
como una acción, un estímulo concreto en un momento concreto, y en esta
sociedad Patriarcal, excesivamente protocolizada desde lo moralmente correcto, la sensualidad se ha tomado siempre como un
regalo para el varón, no como un regalo para la mujer, y se ha trasmitido la
idea de que la mujer debe y puede ser sensual, casi exclusivamente cuando vaya
a jugar amorosamente con su pareja.
Pero la Tigresa sabe que su sensualidad es innata y
está en cada célula de su cuerpo, en cada pensamiento, en cada momento de su
devenir diario. Su sensualidad no es algo aprendido sino que forma parte de su
esencia femenina, de su esencia sexual, de su esencia espiritual. La Tigresa es
sensual siempre, y todo cuanto realiza, piensa o trasmite lo hace sensualmente.
En la moral patriarcal esta idea puede conducir a equívoco, porque se toma todo
desde la perspectiva varonil, por eso el Dragón debe aprender a sentir, a
empatizar con la Tigresa a través, precisamente, de los Qi sensuales de ambos;
no como un encuentro esporádico o concreto, sino como una realidad constante.
La Tigresa, como la mayoría de las mujeres, utiliza
los símbolos femeninos sensuales para ronronear a los dragones (maquillaje,
vestidos, adornos…), esto es positivo. Pero no se basa en ellos para sentir y
trasmitir su sensualidad, sino que los toma como un juego, divertido y
creativo, pero un juego de seducción, porque es ella, su Felinidad, lo que realmente es sensual.
Por todo ello, la Tigresa debe reconciliarse con su
sensualidad. Debe dejar atrás los apegos morales patriarcales que la frenan,
bloquean, impiden su desarrollo completo como Persona, Mujer, Tigresa, Alma.
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