viernes, 27 de mayo de 2016

EL CUERPO DE LA TIGRESA, UN TEMPLO SAGRADO



Nuestra cultura patriarcal y castradora de Lo Femenino nos muestra una sexualidad meramente genital, rápida, meramente visual, donde tanto Shiva como Sakti se pierden la esencia y se quedan con escasos momentos de placer, cortos, nada creativos, sanadores, transformadores y, además, miniorgásmicos.

La Sexualidad es un término femenino. Por ello debe abordarse desde la esencia de la Sakti, sus tiempos, su multiorgasmia, sus sensaciones que están fusionadas con la energía de Gaia, con la fuerza de las mareas y la luz de la Luna. Los tiempos deben ser prolongados, en realidad no temporales, no siendo conscientes del comienzo del gozo/orgasmo ni mucho menos importar el final. Esta sexualidad de la Tigresa no es sólo para su placer, sino que éste, sus orgasmos, se funden en los de sus dragones, cuales los beberán a través de las innumerables caricias, besos, susurros, miradas y la fusión total de ambas pieles cálidas y aromatizadas con sus propios orgasmos, deseo y placer.

Con todo esto, podemos comprender que el cuerpo de la Tigresa (también del dragón) es mucho más que la belleza que se percibe con la vista; mucho más que el excitante aroma que expele su piel; mucho más que su sensualidad manifestada a través de sus seis sentidos femeninos, y sus correspondencias con los cinco elementos esenciales del Tao sexual chino. El cuerpo de la Tigresa es un Templo. Es más, se compone de una serie de templos, todos ellos sagrados, hermosos, con la posibilidad de iluminarse cósmicamente a través del placer y los orgasmos. Templos que se interrelacionan y armonizan a través de las caricias y los besos, que vibran cada uno con su propia melodía y que juntos, armonizados, suenan como una maravillosa orquesta astral, física y sexual.

El Dragón debe, por lo tanto, ser consciente de que cuando ama a una Tigresa, está recibiendo el honor de poder entrar, sentir, visualizar, compartir la estancia en estos templos sagrados sexuales, y su proceder deberá ser desde la más exquisita respetuosidad, veneración, dedicación y, por supuesto deseo y placer compartido.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me ha encantado el post y descubriros, me gustaría suscribirme a vuestro blog: itebe3@gmail.com